
CUANDO NACIÓ MI TRISTEZA
Cuando nació mi Tristeza, le prodigué mil cuidados, y la vigilé con amorosa ternura.Y mi Tristeza creció como todos los seres vivientes, fuerte y hermosa y llena de maravillosas gracias.Y mi tristeza y yo nos amábamos, y amábamos al mundo que nos rodeaba. Pues mi Tristeza era de corazón bondadoso, y el mío también era amable cuando estaba lleno de Tristeza.Y cuando hablábamos, mi Tristeza y yo, nuestros días eran alados y nuestras noches estaban engalanadas de sueños; porque mi Tristeza era elocuente, y mi lengua también era elocuente con la Tristeza.Y cuando mi Tristeza y yo cantábamos juntos, nuestros vecinos sentábanse a la ventana a escucharnos; pues nuestros cantos eran profundos como el mar, y nuestras melodías estaban impregnadas de extraños recuerdos.Y cuando caminábamos juntos, mi tristeza y yo, la gente nos miraba con amables ojos, y cuchicheaba con extremada dulzura. Y también había quien nos envidiara, pues mi Triste za era un ser noble, y yo me sentía orgulloso de mi Tristeza. Pero murió mi Tristeza, como todo ser viviente, y me quedé solo, con mis reflexiones.Y ahora, cuando hablo, mis palabras suenan pesadas en mis oídos.Y cuando canto, mis vecinos ya no escuchan mis canciones.Y cuando camino solo por la calle, ya nadie me mira. Sólo en sueños oigo voces que dicen compadecidas: "Mirad: allí yace el hombre al que se le murió su Tristeza".
Y CUANDO NACIÓ MI ALEGRÍA...
Y cuando nació mi Alegría, la alcé en brazos y subí con ella a la azotea de mi casa, a gritar:- ¡Venid, vecinos! ¡Venid a ver! Porque hoy ha nacido mi Alegría: venid a contemplar este ser placentero que ríe bajo el sol.Pero qué grande mi sorpresa porque ningún vecino mío acudió a contemplar mi Alegría.Y todos los días, durante siete lunas, proclamé el advenimiento de mi Alegría desde la azotea de mi casa, pero nadie quiso escucharme. Y mi Alegría y yo estábamos solos, sin nadie que fuera a visitarnos.Luego, mi Alegría palideció y enfermó de hastío, pues sólo yo gozaba de su hermosura, y sólo mis labios besaban sus labios.Luego, mi Alegría murió, de soledad y aislamiento.Y ahora sólo recuerdo a mi muerta Alegría al recordar a mi muerta Tristeza. Pero el recuerdo es una hoja de otoño que susurra un instante en el viento, y luego no vuelve a oírse más.
(FRAGMENTO DE LA OBRA "EL LOCO"-GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - 1918) Si te gusto estos relatos, puedes bajarte los libos de GIBRÁN KHALIL en: